lunes, 16 de septiembre de 2013

(One shot) - "Take me a photo".

Autora: Ro. (@piraffelover)
Participantes: Fan (OC), Youngjae (B.A.P).
Género: One shot, hetero, romance.
Advertencias: Ninguna en especial.
Autorización: +12.


El despertador suena y Eunmi se despierta de su sueño profundo. Levantarse a las 07:00 ya es una rutina para ella desde que debutó y está de promociones; ser famosa no es fácil. Como puede pone un pie en el suelo y luego el otro, para terminar levantándose y manteniéndose en pie a duras penas después del agotador día de ayer. Se dirige al baño a paso lento y apoyándose en la pared y al llegar lo primero que hace es mirarse al espejo: tiene el pelo estufado y unas ojeras tremendas que no quedan nada bien en sus ojos color marrón oscuro; aunque eso no es nada comparado con el terrible dolor de espalda.
Suspira y se quita el pijama para seguidamente meterse en la ducha y dejar que el agua caiga libremente sobre ella. Está cansada, sin ganas de nada, pero no tiene más opción que ir a esa actuación y posteriormente a la cita con sus fans, a los cuales no quiere decepcionar. Sale de la ducha tras terminar de lavarse el pelo y pone la toalla alrededor de su cuerpo, se vuelve a poner frente al espejo y comienza a secarse el pelo. Una vez seco su pelo moreno, regresa a su habitación y abre el armario para quedarse mirando en su interior; no sabe qué ponerse.

Finalmente, después de mirar todas y cada una de sus prendas un par de veces, se decide por unos vaqueros ajustados, una camiseta blanca y unas zapatillas 'Converse' también blancas; cuánto más discreta mejor. Se recoge el pelo en una coleta y, como no tiene muchas ganar de maquillarse, se pone unas gafas de sol que le tapen los ojos y las ojeras. Abre el cajón de su escritorio y saca un iPod junto con los auriculares y se los pone con la música a todo volumen, como a ella le gusta.
Antes de salir a la calle se pone una chaqueta de deporte y se sube la capucha para tapar un poco su cara. Atraviesa la puerta para enfrentarse a decenas de periodistas que se encuentran esperándola a la salida; que si relación con este, que si relación con el otro, ¿no tienen otra cosa en qué pensar? Aligera el paso para dejarlos atrás y camina al mismo ritmo durante toda su trayectoria a la discográfica; tarda al menos 20 minutos en llegar ya que está bastante lejos.
- ¡Llegas tarde! – dice el manager, bastante cabreado.
- Estoy cansada, no he podido venir más rápido – le contesta ella con voz calmada.
- ¡No quiero que esto vuelva a pasar! – grita, y todos los presentes en la sala se giran para ver la situación – ¡Ve a maquillarte y vestirte pero ya!
- Sí – responde Eunmi, cabizbaja.
Va sin ganas al tocador, se quita la chaqueta y las gafas y se sienta en la silla que hay frente al gran espejo para esperar a su estilista, Diana, la única miembro del staff con la que se lleva bien.
- ¿Otra vez tu manager se ha levantado con el pie izquierdo? – pregunta Diana, nada más llegar.
- Parece ser que sí, está amargado y le gusta pagar las cosas conmigo – hace una pausa –. No veo qué tiene de malo llegar algunos minutos tarde.
- No le des importancia y céntrate en tu actuación de hoy, estás nominada para ganar y, créeme, solo estar nominada ya es un gran logro para los que acaban de debutar – y, por mi primera vez en el día, Eunmi sonríe.
Pasan algunos minutos, tal vez más de media hora, hasta que Diana termina de arreglarla.
- ¡Lista! – exclama – Ahora ve a cambiarte, tienes que ir al plató.
Le ha ondulado el pelo y le ha puesto alguna que otra mecha rosa postiza, y un maquillaje fuerte en los ojos, lo que hace que estos destaquen.
Ahora es turno de que se ponga la extravagante ropa que se encuentra en las perchas: un pantalón corto de color negro y bastante apretado, una camisa blanca con mangas largas demasiado escotada para su gusto y unos zapatos de tacón brillantes. Odia este tipo de ropa pero no puede rechistar o le caerá una buena. Tras vestirse, sale de la discográfica para ir a Music Bank a grabar la actuación.

Mientras tanto, entre el público de Music Bank tres amigos disfrutan entre cantos, risas y saltos de una actuación de su grupo favorito. Los tres suelen frecuentar este tipo de programas ya que no quieren perderse ninguna de sus actuaciones, pero esta vez lo están disfrutando más que nunca ya que han estado de exámenes finales y no han tenido tiempo para ellos en unos dos meses. Daehyun, Youngjae y Himchan saltan eufóricos al ritmo de la canción mientras el grupo que tanto admiran se luce sobre el escenario. Cuando terminan, se quedan en silencio hasta que Himchan reacciona.
- Dios, ha sido genial, creo que ha sido la mejor actuación que han hecho hasta ahora.
- Tienes razón, son geniales – añade Daehyun, mientras Youngjae asiente.
Ahora solo les toca estar de brazos cruzados mientras esperan que termine el show, ya que no están interesados en más grupos.
Entonces, mientras los tres amigos tratan de recuperar el aliento, las luces se apagan indicando el inicio de una nueva actuación.

Cuando Eunmi sale al escenario y justo cuando las luces se posan sobre ella, siente calores y un leve mareo; es increíble lo torpe que está hoy. Saca fuerzas de donde no las hay y deja escapar un leve canto con su melodiosa voz, sin desafinar ni un poco; tenía bastante aguante y necesitaba hacer una actuación perfecta para ganar hoy. Para bailar no tiene muchas fuerzas así que lo hace lo mejor que puede.

Abajo se encuentra un Youngjae totalmente anonadado y mirando a la chica que está ahora en el escenario, mirando cada uno de sus movimientos y sintiendo su voz penetrar en sus oídos cada vez que ella abre los labios, y por un momento piensa en cómo sería besarlos.
- Youngjae la baba – dice Daehyun, riéndose junto a Himchan.
- ¿Eh? ¿Q-qué baba? No sé de qué me estás hablando – dice Youngjae, con voz indignada y cruzándose de brazos.
- Oh vamos, estabas con la boca abierta y mirándola embobado – añade Himchan, y Youngjae se sonroja.

Una vez la música deja de sonar, Eunmi hace su pose final para terminar con una leve reverencia y volver al backstage. Está agotada, muy agotada, tanto que le tiemblan hasta las piernas. Diana nota en seguida que Eunmi está algo mareada, así que la ayuda a sentarse en el sillón y le da algo de agua.
- Lo has hecho genial, seguro que ganas – le susurra, cariñosa, tratando de tranquilizarla.
- ¿En serio? Seguro que parecía un pato bailando con el dolor de piernas que tengo … – dice Eunmi, y las dos ríen al unísono.
Finalmente, la hora llega y sube al escenario ayudada por Diana, que la mira preocupada.
- Estoy bien – le dice Eunmi, para tranquilizarla.
- ¿Seguro?
- Sí – entonces Diana se va, dejándola junto a los demás participantes.
Antes de que el MC anuncie el ganador, hace un gesto con la mano indicando que estaba bien para tranquilizar a sus fans.
La ganadora resulta ser ella, lo cual le sorprende bastante, ¿realmente había sido tan bien aceptada en Corea? No lo podía creer. Coge el trofeo algo pesado con los ojos llorosos debido a la emoción del momento y les dedica unas palabras a todas esas personas que la apoyan incondicionalmente a pesar de que ha comenzado su carrera hace poco tiempo.
Minutos después, se retoca el maquillaje, y pone rumbo al mini fanmeeting que tiene a unos metros del edificio. Sale de allí y, al dar unos pasos, tropieza debido a los tacones tan altos que le obligan a ponerse. Pero no cae el suelo, no lo hace ya que alguien está ahí en ese preciso instante para sujetarla por la cintura y evitar que caiga, pegándola a con fuerza contra su cuerpo.
Se gira, aturdida por lo que acaba de pasar y el chico rápidamente le suelta la cintura, avergonzado. Lo mira de arriba abajo, analizándolo. Es bastante guapo, algo más bajito que ella, aunque también ella se hace ver más alta con los malditos tacones. Va vestido con una camisa de punto que, a su parecer, le queda bastante bien y unos vaqueros algo caídos, como está de moda últimamente. Sin darse cuenta se muerde el labio, y cuando es consciente de lo que está haciendo, se regaña mentalmente a sí misma.
- ¿E-estás bien, Eunmi?
- S-sí, ¿c-cómo sabes mi nombre?
- ¿Estás de coña? Eunmi, eres famosa.
Por un momento se le había olvidado hasta donde estaba, de verdad está desconcertada.
Carraspea avergonzada, roja como un tomate y deseando que los fans no la hayan grabado.
- Ya que tú sabes mi nombre, lo justo es que yo sepa el tuyo – murmura, trantando de parecer convencida y que el chico se olvide de su desliz anterior.
- Y-youngjae, Yoo Youngjae.
- Bonito nombre – sonríe – Bueno … Youngjae, hasta más ver.
- ¡E-espera! Te acompaño, ya sabes … por si te tropiezas otra vez y eso … – se sonroja.
- No hace falta, mi manager me está esperando allí – dice mientras lo señala con el dedo.

A pesar de todo, Youngjae decide seguirla al fan meeting. El camino se hace bastante largo y ninguno de los dos se dirige la palabra, Eunmi va hablando con su manager sobre cosas del trabajo, de su agenda y de su horario.
Una vez llegan, Youngjae hace una reverencia para indicar que se va, ya que no tiene nada que hacer ahí, pero Eunmi lo para y le dice que espere. Va hacia su manager y le pide un papel y un bolígrafo para apuntar algo.
- ¿Para qué lo quieres? – le pregunta el manager, extrañado.
- Nada importante, no creo que te interese.
El manager, no muy convencido, le da un pequeño bloc de notas y Eunmi escribe algo en una página, para después arrancarla y doblarla varias veces. Después, va hacia Youngjae y le da el papel disimuladamente sin que nadie la vea.
- Llámame, creo que te debo un café, me has salvado la vida.
- Hala, exagerada – Youngjae sonríe y se vuelve a sonrojar mientras se pasa la mano por la nuca, acepta el número de teléfono y va a sentarse en un banco cerca de allí para poder observar desde lejos el fan meeting.

Eunmi se acerca a sus fans con una sonrisa enorme en la boca, hay bastantes, la verdad. Algunos se acercan a ella para que les dé autógrafos y ella se los da encantada. Se queda bastante rato hablando con los fans y respondiendo a sus preguntas, algunas más comprometidas que otras. También le piden que cante y ella lo hace sin dudar ni un segundo a pesar de lo cansada que se encuentra.
Una vez finaliza el evento, una fan en silla de ruedas se acerca a ella y le pide una foto. Eunmi rápidamente se hace una foto con ella poniendo una cara divertida, como solía hacer.
La persona que lleva la silla de ruedas le cuenta que la fan es paralítica, pero a pesar de eso siempre tiene una sonrisa en la cara. También le cuenta que gracias a su música últimamente está más animada y se toma más en serio su tratamiento para algún día llegar a ser como ella.
Eunmi, al escuchar todo esto y al ver la sonrisa de la fan, se conmueve y le dan ganas de darle un abrazo, y lo hace. Además del abrazo, decide regalarle una de sus pulseras favoritas.
- Toma, así siempre estaré contigo – le dice cuando se la da – quiero que te tomes el tratamiento en serio y que progreses mucho, ¿vale? No quiero que mis fans estén mal, así que sonríe siempre.

Youngjae, que lo ha oído todo, está sonriendo como un tonto mientras mira la escena. Eunmi es un amor de persona y lo demuestra con cada uno de sus actos, lo que hace que le guste más. Sonrojado, se va del fanmeeting y se encuentra con Daehyun y Himchan, pensaba que se habían ido, pero finalmente le esperaron para acompañarlo a casa. Durante todo el camino no puede sacar la mano del bolsillo de su pantalón, donde tiene guardado el número de teléfono de Eunmi.

Pasan varios días bastante ajetreados para Eunmi, aunque gracias al cielo que esa mañana podía despertarse a la hora que quisiera ya que no tenía actividades, pero por la tarde sí tenía un fansign.
Se levanta a la hora de comer y se hace comida instantánea porque no tiene ganas de jugar a las cocinitas; se sienta en la mesa del salón, enciende la tele, y empieza a comer tranquila, sin prisas. Una vez termina, tira el recipiente a la basura y sube a ducharse y a arreglarse un poco el pelo. Escoge lo de siempre para su vestimenta: camiseta, vaqueros y 'Converse', y después de vestirse, su chaqueta y su iPod para ir a la discográfica a cambiarse para el fansign. Justo antes de salir de casa, su teléfono suena y en la pantalla aparece un número desconocido, y la imagen de Youngjae le viene a la mente.
- ¿Quién? – dice, con los labios temblando; si no era él se iba a llevar una decepción muy grande.
- Eunmi, soy tu manager, he tenido que cambiar de teléfono porque me han robado el móvil, guárdame en contactos.
- V-vale.
No era Youngjae. Eunmi pasa olímpicamente de agregar a su manager, le había cortado todo el rollo. Su teléfono vuelve a sonar y otra vez un número desconocido aparece en la pantalla.
- ¡¿Y ahora qué quieres?! – dice Eunmi, enfadada a más no poder. No le gusta que la llamen tantas veces seguidas.
- ¿E-eunmi? ¿Eres tú? – es la voz de Youngjae. Eunmi se tensa.
- S-sí, soy yo … perdón, pensaba que eras mi manager, es un pesado – intenta calmar la situación.
- A-ah, verás es que … quería preguntarte … ¿quieres quedar ahora en un rato? – hace pausas en cada frase, se le nota que está nervioso.
- Youngjae … ahora tengo que ir a un fansign, lo siento …
- Entonces iré al fansign y te esperaré allí, ¿te importa? – Eunmi sonríe de oreja a oreja.
- No, claro que no me importa, nos vemos allí.
Entonces cuelga, sale de casa y pone rumbo hacia la discográfica. Sabe de sobra que está saltándose las normas de ser una idol. La norma sagrada: no tener citas, ni salir con chicos. Pero es inevitable con Youngjae, es tan interesante … de verdad que tiene ganas de conocerlo a fondo.
Llega a su destino y pone en pausa la canción que está sonando en su iPod. Y repite el mismo proceso de casi todos los días: Diana la peina y la maquilla y luego se viste con ropa llamativa a más no poder. Vuelve a salir del lugar y monta en el coche para dirigirse al fansign.

Al llegar, busca inconscientemente a Youngjae por todos lados aunque sin ningún resultado, parece ser que se ha escondido bien.
El fansign transcurre con tranquilidad, los fans le hacen regalos, preguntas, y ella les firma sus discos; nada fuera de lo normal. Van pasando todos y en apenas una hora ya casi ha terminado.
- ¿Tu nombre? – le pregunta al siguiente fan, para poder ponerle la dedicatoria.
- Youngjae – se dirige a escribir cuando un pensamiento invade su mente: “¿Youngjae? ¿Ha dicho Youngjae?”
Eunmi levanta la cabeza y se encuentra a Youngjae, sonriente.
- ¿Qué haces aquí? Deberías estar esperándome.
- Pero quiero que me firmes mi disco – dice sonriendo más ampliamente; tiene una sonrisa preciosa.
- Eres idiota – Eunmi se sonroja y sonríe junto a él, aunque realmente está apenada, ya que la relación que le gustaría tener con él no es exactamente la típica fan-idol.

El evento termina y va corriendo a buscar a Youngjae antes de que su manager la descubra, y cuando lo encuentra, lo coge del brazo y se lo lleva a una cafetería cercana.
- Quítate el gorro, casi no te puedo ver la cara – dice él, indignado.
- No necesitas verme la cara, además, si lo hago empezarían a hacernos fotos y crear rumores, y no queremos eso, ¿verdad?
- N-no, para nada.
Youngjae se pide un café solo y Eunmi un descafeinado con leche, ya que necesita dormir esta noche. Una vez tienen su pedido en la mesa, todo se queda en silencio; ninguno de los dos se dirige la palabra y eso crea incomodidad en el ambiente.
- ¿Puedo preguntarte algo? – Youngjae inicia una conversación, no muy convencido.
- Adelante.
- ¿Qué se siente al cumplir un sueño? – Eunmi se queda atónita ante la pregunta y medita la respuesta.
- Cuesta asimilar que ya no es un sueño, que es la pura realidad, pero te acabas acostumbrando – hace una pausa –. ¿Tú no tienes sueños que quieras cumplir?
- Quiero ser fotógrafo.
- ¿Y qué te impide serlo?
- No tengo dinero para comprar una buena cámara, ni tampoco para viajar a sitios bonitos para poder fotografiarlos, y mucho menos tengo a alguien a quien pueda hacerle fotos.
- Tengo una idea.
Sin pensárselo dos veces, Eunmi se levanta de la silla y va a pagar los cafés; y Youngjae va tras ella. Sale de la cafetería a toda prisa y le cuesta bastante alcanzarla.
- ¿A dónde se supone que vamos?
- Sígueme – y Eunmi lo coge de la mano.
Tras una caminata a paso bastante ligero llegan, agotados, a casa de Eunmi.
- Siéntate ahí, ahora vengo – Youngjae obedece y se sienta en el sofá de color crema para esperar.
Eunmi va a su cuarto, abre uno de los cajones de su cómoda y empieza a rebuscar entre las cosas que tiene ahí guardadas, o más bien escondidas. Va dejando las cosas en el suelo para así vaciar el cajón y encuentra en el fondo su vieja cámara profesional, la que compró juntando dinero por todo un año. Abre la puerta de uno de los armarios y saca de dentro una mochila para meter ahí la cámara; también saca algo de ropa simple y va al aseo a cambiarse en un abrir y cerrar de ojos.
Baja a la cocina y, ante la atenta mirada de Youngjae, abre la nevera y mete en la mochila zumos y algún que otro aperitivo que encuentra por ahí, después coge un mantel a cuadros y lo guarda también.
- ¡Listo! – grita, de repente, asustando a Youngjae – ¿Nos vamos?
- ¿Dónde?
- Ya verás – le saca la lengua – es un secreto.
Entonces los dos salen de la casa y Eunmi cierra con llave.
- He llamado a un taxi, no tardará en llegar – Youngjae asiente.

Cuando el taxi llega, suben los dos y se ponen el cinturón. Eunmi le dice algo en voz baja al conductor y el vehículo arranca. Tras diez minutos de viaje, Youngjae comienza a desesperarse.
- Eunmi, dime dónde vamos.
- Eres un pesado … está bien, te lo diré. Vamos a un lugar que hay detrás de aquella montaña – la señala.
- ¿A qué vamos?
- Eso no te lo digo.
- ¡Eunmi! Dímelo … – Youngjae empieza a hacer caras lindas, y eso a Eunmi le parece extremadamente adorable, lo que hace que sonría.
- ¡He dicho que no!
Pasan el resto del trayecto discutiendo y riendo hasta llegar al lugar.
Tras bajar del taxi tienen que andar un rato hasta llegar al sitio ya que en la montaña no hay carretera. Youngjae le coge la mochila a Eunmi en un acto de caballerosidad y ella se sonroja por completo.

Finalmente llegan y ante los ojos de Youngjae se encuentra un enorme prado; un enorme y precioso prado. No hay mucha gente, y los dos se sitúan en un sitio alejado donde pueden tener privacidad. Eunmi pone el mantel en el suelo y se sienta encima, después, da una serie de golpecitos indicándole a Youngjae que se siente a su lado. Él se sienta y Eunmi empieza a sacar comida de la bolsa.
- ¿Vamos a hacer un picnic? – pregunta él, creyendo haber averiguado las intenciones de Eunmi.
- Algo así – sonríe y se pone a comer.
Desde ese lugar se puede ver casi toda la ciudad, y son unas vistas impresionantes.
- ¿Sueles venir mucho por aquí? – le pregunta él, bastante curioso.
- Solo cuando estoy deprimida o quiero despejarme – dice mientras el viento golpea su cara – Youngjae, hay algo que quiero enseñarte.
Saca la cámara de la bolsa y se la enseña, y Youngjae se queda asombrado.
- Voy a hacer de modelo para ti.
Youngjae coge la cámara, asombrado, y la examina con detalle mientras Eunmi se prepara para las fotos.
- ¡Cuándo quieras podemos empezar! – le grita ella, desde lejos.
- ¡¿QUÉ? – Youngjae no la oye bien. Eunmi lo nota nervioso, él se sonroja y tartamudea, gesto que a Eunmi le parece del todo adorable. Se acerca a él y posa la mano en su hombro.
- ¿Estás nervioso? ¿Quieres que nos hagamos algunas fotos juntos?
- N-no, no hace falta.
- ¡No seas tonto, vamos!
Ella se sienta de nuevo junto a él y le quita la cámara para hacer la primera foto a traición.
- ¡Posa para mí! – le dice ella, y Youngjae no tiene más opción que reírse.
Entonces Youngjae se pega a ella, se apodera de nuevo de la cámara y empieza a hacer fotos él mismo, se estremece con su contacto pero hace lo posible para que no se note que está más nervioso ahora que antes. Se hacen varias fotos así y Youngjae poco a poco va cogiendo confianza. En la última foto, Eunmi se arma de valor y posa sus labios delicadamente en la mejilla de Youngjae para tener una foto cariñosa con él; pero no siente el flash ni tampoco el ruido de captura. Abre los ojos y ve a Youngjae totalmente sonrojado y con la mano en la boca tapando una sonrisa de oreja a oreja.
- P-perdón, ¿te he incomodado? – le pregunta, algo apenada.
- N-no, es solo que … no sabría decirte …
- ¿Te pongo nervioso? – decide ser directa, entonces él la mira fijamente a los ojos.
- Sí, me pones muy nervioso.
- Si te sirve de consuelo, tú a mí también me pones nerviosa – se sonroja.
- ¿Te gusto? – le pregunta, decidiendo ser directo él también.
- Sería muy precipitado decir que me gustas, pero diré que tal vez sí.
Sin previo aviso, Youngjae la envuelve entre sus brazos.
- Tú a mí sí que me gustas – le susurra, y después le pone la mano en el pelo para acariciarselo.
Eunmi se acurruca en sus brazos y pone la cabeza en el pecho de Youngjae. Tras estar así unos minutos, los dos se acuestan uno al lado del otro encima del césped, cogidos de la mano. Está atardeciendo.
Empieza a hacer bastante frío, así que Youngjae se incorpora para quitarse la chaqueta y ponérsela por encima a Eunmi, que está acostada y casi dormida. Aprovechando la situación, se acerca a ella lentamente y le da un suave beso en los labios, para después abrazarla y que ella quede dormida entre sus brazos.

Más tarde, antes de que anochezca, Youngjae despierta a Eunmi y vuelven a llamar a un taxi para volver a casa. Esta vez, durante el camino, Eunmi se vuelve a dormir con la cabeza apoyada en el hombro de Youngjae.
El taxi para justo delante de la puerta de la casa de Eunmi. Ella despierta a duras penas y Youngjae decide cogerla en brazos para acercarla al portal de su casa.
- Al final no he podido hacerte fotos – dice él al soltarla.
- Podemos quedar la semana que viene para que me las hagas, estoy libre – dice todavía con los ojos entreabiertos – por cierto … – saca la cámara de la mochila – quédatela, no la necesito.
- ¿En serio puedo quedármela? – le pregunta él, con ojos brillosos.
- Claro, quiero que hagas muchas fotos y me las enseñes la próxima vez, ¿vale? – él asiente ilusionado.
Antes de que Youngjae se vaya, ella se lanza a sus brazos para darle un gran abrazo y después, le da un beso en la mejilla, no sin antes asegurarse de que no había nadie alrededor. Entonces él se va alejando y se para cuando está a bastantes metros de ella.
- ¡Te quiero! – le grita, haciéndole un corazón con las manos, necesitaba decírselo antes de irse.

- ¡Idiota! – le grita ella, con su voz adormilada, ¿cómo se le ocurría gritar eso desde la otra punta de la calle? – yo también te quiero … – dice en un leve susurro, mientras lo ve alejarse.

6 comentarios:

  1. Hola (?)
    El one-shot me ha gustado, ha sido bonito y sencillo. Últimamente no se encuentran fanfics/one-shots heteros así como así :-( Quizá es porque no estoy muy acostumbrada a leer one-shots pero he tenido la sensación de que la trama ha ocurrido muy rápido.
    Como recomendación podrías meter algún pensamiento del protagonista para darle más datos al lector.

    Por lo demás, me ha gustado. ¡Sigue escribiendo!

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    1. ¡Hola! Muchas gracias por tu comentario, y, si quieres leer más fanfics o one-shots hetero no dudes en ir pasándote por aquí porque yo solo escribo hetero. Me han dicho varias personas que no expreso bien las emociones o pensamientos de los personajes, pero es que no soy muy buena para ese tipo de cosas, poco a poco iré mejorando, ¡y gracias de nuevo por leerlo y comentar! ♥.

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  2. teodoraaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! es lo más cuqui que leí en mi life de fics heteros ?) XDD
    me ha encantado, es tan jdfkdfdhff youngjae es un monoso, por momentos pensé que youngjae sería "youngjae" el de b.a.p lol
    (aunque salió solo un poco, himchan...mi cororo se emociona <3 jajaa
    eunmi es una monosidad, te he dicho que si fuera real me haría fan xD
    en fin, gracias por escribir este one shot tan bonito
    sigue así guapa! :) <33333

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    1. Omg gracias Teofila mía ♥ me alegra mucho saber que te ha gustado, de verdad. Yo también me haría fan de Eunmi si fuera real xD. Besitos ♥

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  3. Que bonito! Haces a Joungjae tan tan adorable :3 Eunmi, es tan... ¿perfecta? ¡Quien no seria su fan después de leer algo como esto! Y la escena en el prado con la cámara, y el beso en la mejilla, y el beso en los labios :3333 ¡Son adorables!

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    1. Muchas gracias por tu comentario y me alegro mucho de que te haya gustado ♥.

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